La falta de frecuencia en el transporte y el lamentable estado de las unidades son problemas que afectan a todos los ciudadanos del “cordón industrial”. En muchas ciudades, los trabajadores y los estudiantes se ven obligados a esperar hasta una hora y media. Cuando finalmente llegan, las unidades suelen estar en llenas y a veces ni siquiera frenan.
Esta situación no sólo es frustrante e inconveniente, sino que también tiene graves consecuencias para la vida cotidiana de usuarios. Muchos se ven obligados a llegar tarde al trabajo o a la escuela, lo que genera claros inconvenientes en los ámbitos sociales donde se desenvuelven. Además, esperar un colectivo, especialmente de noche, genera una gran exposición a la inseguridad campante en toda la región.
La falta de inversión en transporte público es uno de los principales factores que contribuyen a esta situación. Mientras los politicos se pasean en sus autos particulares de reunión en reunión, los que padecen el lamentable estado del sistema de transporte son los laburantes.