Ni el sorteo desesperado de un lote el ultimo Jueves de la campaña le ayudó a frenar la penosa y estrepitosa caida del actual presidente comunal de Timbúes Amaro Gonzalez. Es que con un lenguaje claro y sencillo, Antonio «Gringo» Fiorenza, se acercó a los vecinos y llevó aire fresco a una localidad que desde hace tiempo tenia el aire viciado.
El estilo de patrón de estancia llegó a su fin en Timbúes, que ingresó al siglo XXI de la mano de una campaña moderna y profesional que llevó adelante Fiorenza, y trajo claridad a los votantes tratándolos como siempre debió ser: ciudadanos con derechos.
La expresión del pueblo fue contundente, 2142 votos con el 55% para el ahora nuevo presidente comunal, 1627 votos con el 41% para el saliente.
El categórico resultado y la diferencia de votos – más de 500 – dejó en silenzio stampa a la unidad básica que veía como a escasas dos cuadras del lugar, se anunciaban mesa tras mesa el resultado favorable.
El fervor iba in crescendo al igual que la cantidad de vecinos que se acercaron al local del Gringo a expresar su apoyo. Pasada las 21:20 llegó lo esperado, con las catorce mesas escrutadas, se anunciaba que había nuevo presidente comunal, y el ruidoso festejo de todos los vecinos con las manos en alza se sintió en cada rincón del polo agroexportador más grande del país.
Micrófono en mano el Gringo agradeció «a mi familia, a la militancia, a su equipo y todos y cada uno de los timbuenses que lo acompañaron. Acá estamos para los vecinos, entre todos dijimos Basta. Hoy comienza el cambio, hoy Timbúes está de fiesta”.
Como señaló a lo largo de su campaña Fiorenza, comienza una nueva etapa en Timbúes. Que sea para el bien de los timbuenses.